Cuando hablamos de inflación, cualquiera sea su tipo, nos referimos al aumento generalizado en los precios de los bienes que componen una canasta básica de un país, en este caso, México.
No obstante, siempre que hablamos del INPC hacemos mención de la famosa, inflación subyacente o inflación básica, inflación núcleo o de bases es el incremento continuo de los precios de un subconjunto de bienes y servicios que conforman el índice de precios al consumidor (IPC).
Lo que se busca, en realidad, es poder medir la inflación con este subconjunto es tener una medida de mediano plazo de la tendencia general de la inflación.
La Inflación subyacente incluye sólo a los bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles. En este sentido, deja de lado a aquellos bienes y servicios cuyos precios difieren de la tendencia general del resto de los genéricos que forman el sistema general de precios de una economía. De forma habitual y generalmente aceptada, se prescinde los bienes y servicios administrados (gasolina, electricidad y gas para uso doméstico), de los concertados (transporte local y foráneo, telefonía, cuotas y licencias y otros), y de los agropecuarios (36 frutas y verduras y otros 20 productos).
En consecuencia, cuando vemos los datos mensualizados de la inflación subyacente a lo largo de un año, podemos observar un comportamiento más suave, con menos altibajos, que la inflación general.
Muchos países enfocan su mirada sobre la inflación subyacente más que acerca de la general. Pese a que para un consumidor esto no tiene mucho sentido si suponemos que sufre toda la inflación y no solo un subconjunto de ella, en gestión de política monetaria sí lo tiene.
A lo que vamos es que si, la autoridad monetaria posee herramientas que mueven el nivel general de precios, a ser tasas de redescuento, de referencia, bonos de regulación monetaria, sabemos que estos instrumentos afectan rápida o fuertemente a bienes agrícolas que son más sensibles por variables climáticas o a bienes administrados. Entonces, en términos generales podemos decir que una autoridad tiene una buena o mala gestión en la medida en la que el índice de precios subyacente refleja estabilidad o no de precios.
En resumen, la inflación subyacente se obtiene eliminando del INPC, los bienes y servicios cuyos precios registran un comportamiento volátil y que el Banco de México agrupa en las siguientes categorías:
- Precios de Bienes agropecuarios.
- Precios de la educación.
- Precios administrados y concertados por el gobierno.
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